martes, 17 de febrero de 2015

Recuerda su olvido.

Olvídala.

Olvida su mente. Olvida sus manos. Olvida su marca de cigarrillos preferida. Olvida su voz, ojos y cadera. Olvida esa manera única de llamar tu atención a través de simples miradas. Olvida el verde de sus ojos. Olvida el quebrar de su alma al abrazarla. Olvida su boca, sonrisa y zapatos favoritos. Olvida la manera en que agarraba tu mano y la besaba. Olvida las caricias en el cine, los besos entre salas, y la idea de entrar sin pagar. Olvida sus gustos musicales, aunque simples y básicos, hicieron que te aprendieras de memoria su canción preferida. Olvida sus palabras, promesas cumplidas, promesas rotas, y lagrimas. Olvida su forma de comer como si fuera una niña de 7 años, aunque sabias que eso hacia que te gustara más, pero no podías dejar que ella lo supiera. Olvida el placer que le diste, y el que ella te dio a ti. Olvida sus orgasmos, tu cuerpo sobre el de ella, y la mirada a los ojos. Olvida esos abrazos que tanto necesitabas, hasta sentir su alma muy cerca de la tuya. Olvida su cabello castaño que tanto te encanta. Y sobre todo, olvida su amor, tan transparente como mi alma, y tan sincero como sus ojos.

Olvídala, pero no para siempre.




sábado, 14 de febrero de 2015

People.

(Se que el termino "people" es en inglés, pero me gusta como suena así.)

Aunque no lo queramos, somos vida, arte, sueños y música. Somos lo que deseamos, y deseamos lo que somos para que un día seamos algo, si, "algo". Nosotros, somos lo que la vida nos hizo, lo que nosotros queramos aprender. Somos agua, lluvia, sirenas de ambulancia y a veces también el paciente. Somos colores, madera, y el frío que sentimos a las 4:00 am mientras esperamos a que alguien nos traiga una taza de café. Somos una sonrisa provocada por alguien que nos gusta, somos esa sensación de "¡Me encantas!" después de que ella haga un chiste tonto solo para animarte un poco. Somos ese deseo de volar, sangrar y viajar hasta morir. Somos pintura, tempera, heridas y victorias. Somos felicidad, no eterna, pero cuándo un segundo se hace eterno, es lo que menos nos importa, y aunque siempre nos quedamos estancados en eso, felicidad, para conseguirla hay que sentir mil y un cosas que ignoramos. Somos dolor....especialmente yo soy esto, aunque no me guste admitirlo, se que me hace sentir vivo, y por eso siempre me involucro con gente que pueda causarmelo, causarme eso, dolor; me inspira, me inspira a respirar, a escribir, a escapar de mi mente, a conocer mis ideas, de alguna manera, el dolor me hacer ser quien soy, me hacen escribir lo que escribo y me obliga a olvidar a quién me olvida.


miércoles, 11 de febrero de 2015

Ojos de luna.

Doce de la noche, espero esta hora cada día porque es la hora perfecta para pensarla, con pocas fuerzas para seguir haciéndolo, pero con ánimos para no dejar de hacerlo; También es la hora perfecta para disfrutar de un amargo cigarrillo (Acompañado de una noche amarga, claro está), de esos que deseas que se acaben rápido para ir a dormir, pero que dure toda una vida para seguir pensándola.

Una vez más, la luna y yo, nos complacemos mutuamente, con nuestras miradas fijas sobre el otro, nuestras caricias, mis suspiros, sus desaires y todos aquellos cigarrillos que has visto como se consumen por mi ventana, y sé, que aunque suene cliché, los dos estamos viendo la misma luna; pensándonos, se que lo haces, puedo notarlo dentro de mi cabeza, al finalizar cada trago que tomas para tratar de olvidarme, estás pensado en mi; soy tu veneno, y solo intentas ahogarme de tu memoria con alcohol, sin cigarros, porque después de tantos cigarrillos compartidos no sabrías si fumas por vicio o porque sabes que es una manera sutil y rápida de recordarme mientras acabas con tus pulmones y acortas tu vida un poco.

Al igual que la luna, desapareces cuándo despierto; Desapareces, literalmente, en un abrir y cerrar de ojos, despertando con ese sabor en la boca, a cigarrillo, a ti, a lo que pudo ser, a lo que la distancia mató.
Soy tus besos en mis labios, soy tu cariño en mi mejilla, soy lo que soy, lo que la luna se llevó.