Se hace palpar
El sufrir
Recorriendo la sangre
De corazones jóvenes
Por medio de latigazos
Desencadenados, por nuestras penurias.
En el fondo de nuestro abismo
Seguimos siendo esclavos
De la necesidad más pura del hombre
Un dolor que coagula e incinera
Pero siempre cicatriza
En forma de espejos sin reflejo.
Quererme,
Perdida de tiempo
O quizás una meta trazada
En el laberinto
Donde solo juegan ciegos condenados al fracaso.
«El amor,
Solo se mantendrá vivo
Mientras persista el deseo de sufrir»
Me han apartado del resto. Me han olvidado por hacer a un lado el dinero. Me han llamado ingenuo por considerarme noble. Me ha tocado dormir entre el sufrimiento y el frío de una noche de enero. Maldito por recorrer este camino, entre verdades y hallazgos, entre el frío y la nieve, la luz de la luna y la paz del desahuciado. Muchos me han temido por verme hablando solo, por no tener zapatos, por ser feliz sin un centavo. Aunque tenga mi ropa sucia y un corazón desordenado, percibo más colores que el artista más laureado. Bebo para mantenerme confundido, alejado de mi mismo. Fumo para nutrir mi muerte, para ser un poco menos inmortal. Rio para no llorar, y lucho para ser cuerdo dentro de la sombra de mi propia locura.
"La poesía no da para comer pero alimenta"
